La discusión sobre el uso del efectivo en nuestra sociedad ha tomado un nuevo impulso, y no es para menos. Javier Rupérez, presidente de la Plataforma Denaria, ha levantado la voz para señalar que las administraciones públicas están rompiendo las propias leyes que deberían proteger el uso del dinero en efectivo. Este tema fue central en el reciente Foro Global de Divisas celebrado en Mascate, Omán, donde expertos de diferentes sectores se reunieron para debatir sobre el papel del efectivo en la inclusión financiera y la estabilidad económica.
El efectivo: un derecho ciudadano en peligro
¿Alguna vez te has preguntado por qué, en un mundo donde todo parece digitalizarse, el efectivo sigue siendo un método de pago tan relevante? Rupérez lo tiene claro: el efectivo no solo es un medio de intercambio, sino un símbolo de libertad económica. En su intervención, destacó que la legislación actual en España, incluyendo la Ley 12/2023 sobre el derecho a la vivienda y la Ley 6/2017 de Reformas Urgentes del Trabajador Autónomo, limita el uso del efectivo en situaciones que deberían permitirlo. Esto no solo contradice la ley, sino que también pone en riesgo la autonomía financiera de los ciudadanos.
El acceso al efectivo se complica
Las estadísticas son alarmantes. Desde 2015, España ha visto un cierre de casi 18,000 oficinas bancarias, lo que representa un 44% menos de sucursales en 2024 en comparación con 2015. Es como si, poco a poco, nos estuvieran cerrando las puertas del acceso al efectivo. Con cada vez más cajeros desapareciendo, el acceso se convierte en un lujo para muchos. Rupérez mencionó que, según el Banco de España, la retirada de efectivo en cajeros ha aumentado un 30% desde antes de la pandemia, lo que indica que, a pesar de la disminución de los puntos de acceso, la demanda de efectivo sigue en aumento.
Los más afectados: ¿quiénes son?
Los grupos más vulnerables en esta lucha por el acceso al efectivo son, sorprendentemente, aquellos en la mediana edad y los residentes de grandes municipios. Imagina que eres un padre de familia que necesita retirar dinero para pagar en un mercado local, pero te encuentras con que el cajero más cercano está a varios kilómetros. Según encuestas recientes, seis de cada diez españoles afirman tener dificultades para encontrar un cajero, lo que pone de manifiesto la creciente desconexión entre la población y las instituciones financieras.
Quejas y la lucha por el derecho al efectivo
Rupérez no solo se quedó en la denuncia; también presentó un canal gratuito de denuncias para aquellos que sienten que se les está negando su derecho a pagar en efectivo. Este canal ha recibido un número significativo de quejas, especialmente relacionadas con la Administración Pública. Aquí es donde se entrelazan el derecho del consumidor y la necesidad de una regulación que respete el uso del efectivo. ¿Es posible que, en un futuro cercano, veamos un cambio en la legislación que favorezca el efectivo y proteja a los ciudadanos?
La voz de los expertos
En el Foro Global de Divisas, la voz de expertos como Niels Kaas del Banco Nacional Danés y Ed Dew del Banco de Inglaterra resonó con la misma preocupación. Ellos también abogaron por la protección del efectivo como parte esencial de nuestras economías. La importancia del efectivo no es solo una cuestión de preferencia personal; es un elemento clave para garantizar que todos tengamos acceso a servicios financieros, sin importar nuestra ubicación o situación económica.
La era digital versus el efectivo
En un mundo cada vez más digital, el efectivo podría parecer una reliquia del pasado. Sin embargo, la realidad es que muchos ciudadanos todavía dependen de él para sus transacciones diarias. A medida que las tecnologías avanzan y los sistemas de pago digitales se vuelven más comunes, es crucial recordar que no todos tienen acceso a dispositivos móviles o a una conexión a Internet confiable. La inclusión financiera debería ser una prioridad, y el efectivo juega un papel fundamental en ella.