Mejora en las perspectivas de Cajamar: un vistazo a su solvencia
Recientemente, DBRS Morningstar ha elevado las perspectivas de solvencia del Grupo Cooperativo Cajamar de ‘estable’ a ‘positiva’. Este cambio de calificación no es solo un número en un informe; representa un reconocimiento a la evolución positiva de la entidad en un entorno financiero complejo. ¿Qué significa realmente esta mejora y cómo afecta a Cajamar y sus clientes?
Razones detrás de la calificación positiva
La calificadora de riesgos DBRS ha señalado que este cambio se debe a una «mejora considerable» en la rentabilidad de Cajamar en los últimos meses. Pero, ¿qué factores han contribuido a este ascenso? Por un lado, la entidad ha sabido aprovechar los tipos de interés más altos que se han presentado desde el año 2022. Esto, combinado con un crecimiento sostenido en el crédito, ha permitido a Cajamar mantener una dinámica de negocio robusta.
La contención de los gastos operativos ha sido otro pilar fundamental en este crecimiento. Imagina una empresa que se deshace de gastos innecesarios: cada euro ahorrado puede reinvertirse en mejorar servicios o en ofrecer mejores condiciones a sus clientes. Además, el saneamiento de los balances desde 2021 ha ayudado a normalizar el coste del riesgo, proporcionando un entorno más estable para las operaciones de Cajamar.
Impacto de las inundaciones en Valencia
A pesar de las adversidades, como las recientes inundaciones en Valencia, DBRS ha estimado que las pérdidas serán «modestas y manejables». Esto indica que Cajamar ha construido una estructura financiera lo suficientemente sólida para enfrentar situaciones inesperadas. Pero, no solo eso; el continuo avance en la reducción de préstamos de cobro dudoso (NPAs) es una señal clara de que la entidad está gestionando bien sus riesgos. ¿No es tranquilizador saber que la calidad de los activos se está cuidando con tanto esmero?
Colchones anticrisis y perspectivas a futuro
Un aspecto que no podemos pasar por alto es el mantenimiento de ratios de cobertura «robustas». Esto significa que Cajamar no solo está cumpliendo con los requisitos regulatorios, sino que está superando las expectativas. Es como tener un seguro que va más allá de lo mínimo requerido: siempre es mejor estar un paso adelante. Sin embargo, es importante destacar que, aunque las perspectivas son positivas, mantener esta trayectoria de mejora en rentabilidad y perfil de riesgo será crucial para cualquier posible recalificación en el futuro.
DBRS ha indicado que sería «improbable» una rebaja en la calificación a corto plazo, pero también ha advertido que una disminución sustancial en la rentabilidad o en la calidad de los activos podría llevar a un cambio de nuevo a ‘estable’. En el mundo financiero, la estabilidad es como un juego de Jenga: una pieza mal colocada puede provocar un colapso. Por lo tanto, la vigilancia constante sobre estos indicadores será esencial para Cajamar y sus stakeholders.