Caixabank y su consejo de administración: ¿un cambio en el aire?
En el contexto actual del sector bancario español, es natural preguntarse sobre la estabilidad y la composición del consejo de administración de entidades como Caixabank. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, ha compartido recientemente su perspectiva sobre este tema, afirmando que «no tiene ninguna indicación» de que se vayan a realizar cambios significativos en la estructura del consejo. Esto incluye la participación del FROB, que posee un 18% de las acciones del banco, y la posibilidad de sumar un segundo consejero a su representación.
La composición del consejo: un equilibrio delicado
Uno de los puntos clave que Gortázar ha destacado es la actual composición del consejo de administración, donde se observa un mayor peso de los consejeros independientes en comparación con los dominicales. Esto resulta sorprendente, considerando que dos grandes accionistas, CriteriaCaixa y el Estado a través del FROB, controlan un 50% de la entidad. Pero, ¿cómo se ha logrado este equilibrio?
Según Gortázar, tras la fusión entre Bankia y Caixabank que tuvo lugar hace cuatro años, los accionistas principales tomaron la decisión de limitar su influencia en el consejo. Se acordó que CriteriaCaixa tendría dos consejeros dominicales y el FROB uno, garantizando así una «amplia mayoría de independientes». Esta estrategia ha permitido que el consejo funcione «maravillosamente bien», a pesar de la presión y el escrutinio que enfrenta el sector financiero.
El cambio de liderazgo: un nuevo capítulo
En medio de este escenario, es relevante mencionar el próximo cambio de presidencia en Caixabank. José Ignacio Goirigolzarri dejará su puesto a Tomás Muniesa, quien asumirá el cargo a principios de noviembre. A diferencia de su predecesor, Muniesa no tendrá funciones ejecutivas, pero su papel como representante de CriteriaCaixa le otorga un estatus dominical que es, según Gortázar, «absolutamente lógico».
Gortázar ha sido claro en desmentir rumores sobre la salida de Goirigolzarri, asegurando que no hay presiones externas, como las del Banco Central Europeo. La decisión de Goirigolzarri de cerrar un ciclo exitoso está fundamentada en el cumplimiento de los objetivos alcanzados en los últimos tres años. Esto plantea la pregunta: ¿será este cambio de liderazgo el impulso que necesita Caixabank para enfrentar nuevos desafíos en el futuro?