Los agricultores de Castilla y León exigen precios justos para el cereal
En un clima de creciente tensión, cerca de 500 agricultores se han congregado frente a la Delegación del Gobierno en Castilla y León. Su mensaje es claro y contundente: «¡Queremos precios dignos!». En un contexto donde el precio de la tonelada de cereal ronda los 200 euros, los agricultores subrayan que este monto es insuficiente para cubrir sus costos de producción, que han aumentado drásticamente, especialmente desde el inicio del conflicto en Ucrania.
La ley de la cadena alimentaria y sus implicaciones
Los líderes de las organizaciones agrarias, como Asaja y UPA, han hecho un llamado al Gobierno para que cumpla con la Ley de la Cadena Alimentaria. Esta normativa busca garantizar que los productores reciban un precio justo por sus productos, pero muchos sienten que no se está aplicando adecuadamente. «Estamos hablando de la supervivencia de nuestros pueblos», afirmó Donaciano Dujo, representante de Asaja. En su opinión, la falta de cumplimiento de esta ley ha llevado a una situación insostenible para los agricultores locales.
Demandas específicas y un plan de acción
La lista de peticiones es extensa y detallada. Los agricultores piden, entre otras cosas, limitar las importaciones de cereal y priorizar el producto comunitario. También exigen un plan de ayudas excepcionales para las zonas más afectadas, así como un plan de choque para hacer frente al aumento de los costos de producción. «Si no se toman medidas inmediatas, no habrá prisa para sembrar el próximo año», advirtió Lorenzo Rivera, otro de los líderes agrarios presentes en la concentración.
El impacto de la guerra de Ucrania en la producción agrícola
Desde que comenzó la guerra en Ucrania, los costos de producción han escalado de manera alarmante. Los agricultores han visto cómo sus gastos se han disparado, pasando de 500 a 750 euros por tonelada. Esta situación se agrava aún más al comparar los precios que reciben por su cereal, que apenas superan los 200 euros. «Es una pérdida de 500 millones en esta cosecha», lamentó Dujo. La falta de apoyo y la desregulación del mercado han llevado a muchos a cuestionar su futuro en la agricultura.
Cambio de estrategia y movilizaciones a la vista
Ante esta situación crítica, los agricultores han decidido no quedarse de brazos cruzados. Se han anunciado movilizaciones que comenzarán en otoño y se extenderán hasta el invierno. «Si es necesario, recorreremos todas las fábricas de pienso y de harinas», afirmaron, dejando claro que están dispuestos a luchar por sus derechos. La unidad de acción es fundamental, y todos coinciden en que es hora de que el Gobierno escuche sus demandas y actúe en consecuencia.
Los operadores y el dilema de los precios
Dentro de este escenario, los operadores del mercado juegan un papel crucial. Aurelio González, otro de los representantes agrarios, hizo hincapié en que los precios que reciben los agricultores están siendo manipulados. «Los operadores utilizan el precio del cereal que llega de Ucrania para presionar a la baja el precio del producto nacional», explicó. Este tipo de prácticas no solo perjudica a los agricultores, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria del país.
Un llamado urgente al Gobierno
Finalmente, los líderes agrarios han instado al Gobierno a «tirar de las orejas» a los operadores que no cumplen con la Ley de la Cadena Alimentaria. «Necesitamos un precio justo, digno, que respete nuestra labor y el esfuerzo que hacemos día a día», concluyeron. La situación es crítica, y si no se toman medidas urgentes, el futuro de la agricultura en Castilla y León podría estar en grave peligro.