CEOE advierte sobre el retraso en la recuperación de la inversión en 2024

La desaceleración del excedente bruto de explotación en 2024

En el panorama económico actual, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha lanzado una alerta sobre la notable desaceleración del excedente bruto de explotación en 2024. Este indicador, que mide la rentabilidad de las empresas antes de impuestos y deducciones, se ha visto afectado, lo que a su vez está limitando las decisiones de inversión en el sector empresarial. Aunque el año pasado la economía española mostró un dinamismo notable, este año enfrentamos nuevos desafíos que merecen nuestra atención.

Factores que impulsan la economía española

A pesar de la desaceleración del excedente bruto de explotación, la CEOE destaca que la fortaleza de la economía en 2024 se debe a la recuperación del consumo privado y al vigor del consumo público. ¿Pero qué significa esto para las empresas? En esencia, el aumento del consumo indica que los ciudadanos están dispuestos a gastar, lo que puede impulsar la actividad económica. Sin embargo, a pesar de que la inversión está aumentando, sigue siendo la variable más rezagada en este ciclo de recuperación. Es como si tuviésemos un coche que avanza a gran velocidad, pero con frenos que no responden adecuadamente.

El empleo y la productividad en cifras

En contraste con el crecimiento del PIB, que sigue mostrando signos de robustez, el empleo ha registrado una desaceleración significativa, limitando su crecimiento al 2,4%, en comparación con el 3,2% del año anterior. Y aunque la productividad por ocupado ha crecido, aún estamos un 2,5% por debajo de los niveles de 2019, lo que plantea dudas sobre la eficiencia del mercado laboral. Esta situación nos hace reflexionar: ¿estamos realmente aprovechando todo el potencial de nuestra fuerza laboral?

El papel de las rentas salariales

A pesar de los retos, la CEOE resalta un aspecto positivo: el crecimiento de las rentas salariales ha sido más intenso que el del PIB nominal. En el conjunto del año, el excedente de explotación bruto representó el 41,9% del PIB, una caída respecto al 43,1% de 2019. Por otro lado, la remuneración de los asalariados ha superado ya las cifras anteriores a la crisis, alcanzando un 48,4% del PIB. Esto sugiere un cambio en la distribución de la riqueza, donde los salarios están ganando terreno frente a las ganancias empresariales. ¿Es este un signo de un mercado laboral más equitativo?

Perspectivas para el futuro

Mirando hacia 2025, la CEOE considera que la incertidumbre sigue siendo elevada, pero el balance de riesgos se inclina hacia lo positivo. Desde el punto de vista externo, el riesgo geopolítico podría generar incrementos en los precios de las materias primas, lo que podría afectar la rentabilidad de las empresas. A nivel interno, la política económica podría introducir incertidumbre y aumentar los costes de actividad empresarial, impactando negativamente en las decisiones de consumo e inversión. La pregunta que nos hacemos es: ¿podrá la economía española navegar estas aguas turbulentas y mantener su rumbo hacia el crecimiento?

Proyecciones de crecimiento del PIB

A pesar de los desafíos, la CEOE prevé que la mejora en la actividad económica en la última parte del año permita un avance del PIB superior al 2,5% en 2025. Esto invita a la reflexión sobre cómo las dinámicas actuales pueden influir en el futuro de la economía española. La clave estará en cómo las empresas y los consumidores respondan a estos cambios. ¿Estaremos preparados para adaptarnos a la nueva realidad económica que se presenta ante nosotros?

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