El futuro de la energía nuclear en España: Una conversación necesaria
En un contexto energético en constante evolución, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha expresado su deseo de discutir la revisión del calendario de cierre de las centrales nucleares en España. Este acuerdo, pactado en 2019, establece que la clausura de estas plantas comience en 2027 con Almaraz I y finalice en 2035. Sin embargo, las circunstancias han cambiado drásticamente desde entonces, lo que plantea la necesidad de un diálogo más profundo sobre el futuro de la energía nuclear en el país.
El contexto actual: Más que un simple deseo
En su reciente declaración, Bogas enfatizó que el panorama energético actual es «muy distinto» al de hace cuatro años. Mencionó ejemplos de otros países como Bélgica y Alemania, y destacó la postura de instituciones como la Agencia Internacional de la Energía y la Comisión Europea. Estas entidades han comenzado a reconsiderar la importancia de la energía nuclear en la transición hacia un sistema energético más sostenible. ¿Podría España seguir un camino similar?
Los riesgos de apresurarse en el cierre
Una de las preocupaciones que Bogas ha compartido es el riesgo asociado al cierre prematuro de las plantas nucleares. La actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) incluye proyecciones que pueden no cumplirse, especialmente en lo que se refiere al almacenamiento de energía y la implementación de baterías. Esto podría comprometer la seguridad del suministro eléctrico en un momento en que la demanda podría aumentar significativamente.
Un pacto de estado para la energía nuclear
El llamado a un «Pacto de Estado» en materia de política energética es una propuesta que resuena con la urgencia de abordar esta cuestión de forma colaborativa. Bogas subraya que la energía nuclear no es solo un tema de Endesa, sino un problema que involucra a todos los actores del sector energético en España. ¿No sería más sensato trabajar juntos para garantizar la competitividad y seguridad del suministro eléctrico?
Las cargas fiscales: Un obstáculo a considerar
Una de las barreras que enfrenta la energía nuclear en España son las altas cargas fiscales que soportan las centrales. Según Bogas, de los 64-65 euros por megavatio hora (MWh), alrededor de 17 euros se destinan a impuestos y a la tasa de gestión de residuos. Esto convierte a la energía nuclear en una opción menos competitiva en comparación con otras fuentes de energía. ¿No sería más lógico ajustar estas cargas para permitir que la energía nuclear sea parte de la solución a largo plazo?
El caso de Almaraz: Conversaciones en marcha
En lo que respecta a la central de Almaraz, donde Endesa es socio de Iberdrola y Naturgy, Bogas mencionó que las conversaciones entre los propietarios han sido limitadas. Aunque no existe una carta conjunta pidiendo la extensión de la vida útil de la planta, hay un diálogo constante sobre las preocupaciones que todos comparten. La comunicación fluida con el gobierno es vital para abordar estos desafíos.
La importancia del debate en el sector energético
El deseo de revisar el calendario de cierre de las nucleares no solo refleja una postura empresarial, sino también una necesidad de repensar el enfoque energético de España. La energía nuclear puede ser una parte crucial de la solución para lograr un equilibrio entre la sostenibilidad y la seguridad del suministro. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a sentarnos y conversar sobre ello?