Un cambio necesario en la jubilación de los buceadores profesionales
La reciente aprobación de un coeficiente reductor del 0,15 para la edad de jubilación de los buceadores profesionales ha abierto un debate crucial en el ámbito laboral. Sin embargo, los expertos del Instituto Social de la Marina argumentan que este coeficiente debería ser del 0,30, reconociendo la alta siniestralidad y peligrosidad de esta profesión. ¿Realmente es suficiente un 0,15 para un trabajo tan arriesgado?
La realidad del buceo profesional
El buceo profesional no es simplemente un trabajo, es una actividad que a menudo pone en riesgo la vida de quienes la ejercen. Un reciente informe revela que la media de edad en la que los buceadores presentan patologías invalidantes es de tan solo 33 años. Imagina tener que lidiar con problemas de salud a esa edad; es una situación alarmante que nos lleva a cuestionar la viabilidad de esta profesión a largo plazo. Además, el riesgo de sufrir un accidente laboral en este sector es 290 veces mayor que en la media de la población española. ¿No es hora de que se escuchen estas preocupaciones?
La propuesta en el Congreso de los Diputados
En este contexto, el grupo plurinacional Sumar ha decidido llevar al Congreso de los Diputados una proposición no de ley para aumentar los coeficientes reductores de la edad de jubilación para los buceadores profesionales. Este colectivo ha sido históricamente olvidado en términos de protección laboral. Entre 1989 y 2014, los buceadores comerciales sufrieron un alarmante 78,9% de los accidentes laborales mortales. Con estos números, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es fundamental que el Gobierno tome medidas urgentes para salvar la vida de quienes se dedican a este noble oficio.
El vacío para los instructores de buceo recreativo
Curiosamente, mientras los buceadores profesionales luchan por mejorar sus condiciones laborales, los instructores de buceo recreativo no cuentan con ningún coeficiente reductor. Esto significa que, a pesar de los riesgos que también enfrentan, se ven excluidos de cualquier tipo de consideración en la jubilación. ¿Por qué se discrimina a un grupo que también contribuye significativamente a la industria del buceo? La realidad es que la falta de un marco regulador adecuado deja a estos profesionales en una posición vulnerable e indefensa.
Un llamado a la acción
La coalición de partidos que ha impulsado esta iniciativa está pidiendo al Gobierno que actúe con celeridad. No se trata solo de números; se trata de vidas. La propuesta no solo busca aumentar el coeficiente reductor para los buceadores profesionales, sino también iniciar un estudio que valore la posibilidad de establecer coeficientes para los instructores de buceo recreativo. En un mundo donde la vida humana debe ser la prioridad, ¿es demasiado pedir que se reconozcan los riesgos de estos trabajos y se actúe en consecuencia?