El futuro del campo gallego: desafíos y oportunidades para 2025
En el corazón de Galicia, el sector agrario se enfrenta a un panorama incierto. La vicesecretaria general de Unións Agrarias, Montse Cortiñas, y el coordinador sectorial, Félix Porto, han expuesto un balance del año 2024 que no deja lugar a dudas: ha sido un año complicado. Pero, como en toda historia, también hay lecciones que aprender y caminos que explorar. ¿Qué nos depara el 2025?
Relevo generacional: un reto ineludible
Uno de los temas recurrentes en las conversaciones sobre el futuro del campo es el relevo generacional. ¿Qué sucede cuando las nuevas generaciones se sienten desmotivadas y optan por dejar el campo? La realidad es que el desmantelamiento de servicios públicos está empujando a muchos jóvenes a buscar oportunidades en otros sectores. Sin embargo, este problema puede ser una oportunidad disfrazada. Si logramos revitalizar las explotaciones, promoviendo prácticas sostenibles y atractivas, podríamos atraer a esos jóvenes de vuelta al campo. Crear un entorno donde la agricultura sea vista como una opción viable y digna es fundamental.
La amenaza del cambio climático
El cambio climático ha dejado huella en el sector agrario, manifestándose a través de fenómenos extremos como intensas lluvias e inundaciones. Este año, más de 2.000 explotaciones gallegas informaron de enfermedades en sus animales, lo que ha llevado a la pérdida de miles de cabezas de ganado. Pero, ¿es solo una amenaza? También es una oportunidad para innovar. Implementar nuevas tecnologías y métodos de producción que sean más resilientes puede ser la clave para enfrentar estos desafíos. La adaptación es posible y necesaria, y 2025 puede ser el año en que se empiecen a ver resultados tangibles.
El sector lácteo: entre crisis y oportunidades
La situación del sector lácteo en Galicia es preocupante. La caída de precios ha dejado a muchos productores en una situación crítica; de hecho, el 58% de las explotaciones de leche que cerraron en España en 2024 eran gallegas. Pero, como bien se dice, «en toda crisis hay una oportunidad». Si se logra valorizar la producción local, como la Ternera Gallega suprema, se pueden abrir nuevos mercados que compensen las pérdidas actuales. La clave está en la calidad y en la diferenciación: ofrecer un producto que no solo sea competitivo en precio, sino también en calidad y autenticidad.
Medidas urgentes para un sector en crisis
Las «asignaturas pendientes» para 2025 son claras: es necesario aumentar la superficie agraria, fomentar el relevo generacional y establecer medidas eficaces para lidiar con la fauna salvaje que amenaza los cultivos. La administración tiene un papel crucial en este proceso. A través de políticas que apoyen a los agricultores y ganaderos, se puede crear un entorno más estable y propicio para el desarrollo del sector. Las movilizaciones del año pasado han demostrado que la unión hace la fuerza; ahora es el momento de convertir ese impulso en acciones concretas.
Un acuerdo con el Ministerio: un rayo de esperanza
A pesar de los desafíos, el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es un signo de esperanza. Las 43 medidas que se han acordado son un paso en la dirección correcta, pero es crucial que se implementen de manera efectiva. La nueva Política Agraria Común (PAC) debe ser revisada para que los agricultores no se vean atrapados en la burocracia, sino que puedan enfocarse en lo que realmente importa: producir alimentos de calidad.
En resumen, el sector agrario gallego se encuentra en un punto de inflexión. Con retos importantes por delante, es vital que se actúe con determinación y creatividad. La resiliencia y la innovación pueden ser las claves para transformar estos desafíos en oportunidades, construyendo un futuro más sostenible y próspero para todos. ¿Estamos listos para enfrentar el reto?