La lucha de las estaciones de servicio contra las petroleras
Recientemente, unas 120 estaciones de servicio se han unido en una causa común, formando la Plataforma ‘Afectados por las Petroleras’. Estas gasolineras han decidido interponer una demanda multimillonaria contra gigantes del sector como Repsol, Moeve y BP, reclamando nada menos que 600 millones de euros. El motivo detrás de esta acción legal es la acusación de que estas empresas han mantenido un control casi absoluto sobre los precios de los carburantes durante los últimos 30 años.
El contexto: prácticas anticompetitivas en el mercado
La situación se ha agravado tras la confirmación del Tribunal Supremo sobre la existencia de prácticas prohibidas que han permitido a estas petroleras fijar los precios de venta, tanto de manera directa como indirecta. La Plataforma de Afectados por las Petroleras sostiene que esta demanda es solo el comienzo, ya que se espera que más estaciones de servicio se sumen en las próximas semanas.
La plataforma ha basado su reclamo en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y en evidencias recogidas previamente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La sentencia establece que estas prácticas colusorias no solo afectan a las estaciones de servicio, sino que también perjudican a los consumidores, alterando la libre competencia en el mercado y generando daños económicos significativos.
Las demandas específicas y el camino por delante
En esta primera demanda, se solicita la nulidad de los contratos que han facilitado estas prácticas anticompetitivas. Alrededor de 100 estaciones de servicio han calculado que el perjuicio económico acumulado asciende a 600 millones de euros, un monto que refleja la gravedad de la situación. Sin embargo, la Plataforma advierte que este número representa solo un pequeño porcentaje de las gasolineras potencialmente afectadas, alrededor del 5%. Esto indica que aún hay un largo camino por recorrer y muchas más estaciones podrían unirse a la causa.
La lucha contra estas prácticas no es solo una cuestión de dinero; es una batalla por la justicia y la equidad en el mercado de combustibles. Las estaciones de servicio esperan que esta demanda sirva como un precedente y que, con el apoyo de más gasolineras y consumidores, se logre una reestructuración del mercado que beneficie a todos los actores involucrados.