Trabajadores de Iberdrola se manifiestan en Bilbao por un convenio «justo»

Los sindicatos se preparan para la huelga en Iberdrola

En un movimiento que ha captado la atención de muchos, los sindicatos UGT, CCOO y ELA han decidido movilizar a los trabajadores de Iberdrola, dejando claro que la situación actual no es sostenible. Si la empresa no modifica su postura, se anuncia una huelga para el próximo 6 de junio. La tensión en el aire es palpable y los trabajadores están decididos a luchar por sus derechos y un convenio colectivo justo.

Reivindicaciones de los trabajadores: un poder adquisitivo en retroceso

La razón detrás de esta movilización no es otra que la búsqueda de un convenio justo que garantice la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos años. Según los sindicatos, los empleados de Iberdrola han sufrido una disminución del 15,3% en su poder adquisitivo, mientras que la empresa ha visto un aumento en sus beneficios que roza el 16,84%. ¿Es justo que, mientras la empresa gana más, los trabajadores pierden poder económico?

Las demandas son claras: incrementos salariales acordes al aumento del costo de vida, cláusulas de garantía en los salarios y mejoras en las pensiones. Sin embargo, la dirección de Iberdrola parece estar más interesada en ofrecer «salario emocional», un concepto que, a juicio de los sindicatos, no aborda las necesidades reales de la plantilla.

La discrepancia entre beneficios y salarios

Los números hablan por sí solos. En solo cuatro años, Iberdrola ha acumulado un beneficio neto de 18.639 millones de euros, mientras que su presidente ha visto incrementada su remuneración en un 6,45%. Esto plantea una pregunta inquietante: ¿por qué los trabajadores deben conformarse con menos, mientras que los altos ejecutivos ven aumentar sus salarios de manera desproporcionada?

El negocio en España representa más de la mitad del beneficio neto de la compañía, y sin embargo, la plantilla nacional solo supone el 23% del total mundial. Esta disparidad ha encendido la llama de la protesta y ha llevado a los sindicatos a actuar de manera más contundente.

Movilizaciones y acciones futuras

Los sindicatos no se detendrán aquí. Además de la huelga programada, planean continuar con una serie de movilizaciones que incluirán la recogida de firmas y la entrega de cartas informativas a los accionistas de Iberdrola. La próxima gran movilización está prevista para coincidir con la Junta de Accionistas, que se llevará a cabo el 30 de mayo en Bilbao. Este evento es crucial, ya que representa una oportunidad para que los trabajadores expresen su descontento directamente a quienes toman las decisiones en la empresa.

La situación está lejos de resolverse, y la presión sigue aumentando. Con la fecha de la huelga acercándose, los sindicatos están determinados a hacer escuchar su voz y asegurar que las necesidades de los trabajadores no queden en el olvido. En este contexto, la lucha por un convenio justo cobra más relevancia que nunca.

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