La advertencia de T&E sobre el control de tecnologías limpias
Recientemente, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) ha lanzado una alerta a la Unión Europea sobre un tema que debería preocupar a todos: el riesgo de perder el control sobre sectores clave como el de las tecnologías limpias. Este mensaje se enfatiza a través del ejemplo de las inversiones realizadas por el gigante chino de baterías, CATL, en territorio europeo. Pero, ¿qué significa esto realmente para la economía y la independencia tecnológica de la región?
Inversiones chinas y su impacto en la cadena de suministro
La llegada de capital extranjero, especialmente de empresas chinas como CATL, es vista como algo positivo en muchos sentidos. Sin embargo, según T&E, la situación ha cambiado y es hora de reflexionar. A pesar de las enormes sumas de dinero invertidas —por ejemplo, CATL recibió 7.300 millones de euros en Hungría—, la realidad es que estas inversiones han estado bajo un control mayoritariamente extranjero. Esto plantea una pregunta crucial: ¿realmente estamos beneficiándonos de estos proyectos en términos de desarrollo local y creación de empleo?
Las inversiones chinas en Europa han carecido de efectos secundarios positivos en cuanto a la cadena de suministro y la transferencia de habilidades. Es como si estuviéramos dejando que otros controlen una parte vital de nuestra infraestructura tecnológica, mientras nosotros solo observamos desde la barrera. Así, la pregunta que surge es: ¿cómo puede Europa no solo atraer inversiones, sino también asegurarse de que estas aporten valor a largo plazo?
Reformas necesarias en las ayudas estatales
Para que Europa pueda desarrollar y controlar mejor su tecnología limpia, T&E sugiere que es esencial reformar las ayudas estatales. Aunque se han destinado cientos de miles de millones de euros a energías renovables, el apoyo a la fabricación de tecnologías limpias ha sido notoriamente escaso. Esto no solo es un desafío, sino que también sugiere que si no actuamos, estamos literalmente regalando nuestras oportunidades a empresas extranjeras.
Las directrices actuales sobre ayudas estatales son tan complicadas que sólo un equipo de abogados y consultores podría entenderlas. ¿Por qué complicar algo que podría ser tan sencillo? Necesitamos un sistema que permita a las empresas locales y a los innovadores saber con claridad si sus proyectos son elegibles para recibir apoyo. De lo contrario, seguiremos atrapados en un laberinto burocrático que frena la innovación.
La necesidad de una estrategia de «Comprar Europa»
Un paso crucial que se propone es la creación de una iniciativa de «Comprar Europa». Esto no solo implica fomentar la contratación pública de productos europeos, sino también establecer reglas claras que los gobiernos nacionales deben seguir. Imaginemos un escenario en el que las instituciones priorizan la adquisición de tecnologías limpias fabricadas localmente. Esto no solo impulsaría la economía, sino que también fomentaría un sentido de comunidad y pertenencia entre los ciudadanos.
Además, las medidas comerciales deben convertirse en un pilar fundamental de esta estrategia. La UE ya ha comenzado a tomar medidas en relación a los aranceles sobre vehículos eléctricos, pero es vital que se extiendan a otras áreas de tecnología limpia. Aquí es donde la balanza se inclina: ¿preferimos ensamblar productos con componentes extranjeros o desarrollar nuestras propias capacidades de fabricación?