El consumo alimentario en España: tendencias y cambios en 2024
En el panorama actual, el consumo alimentario en España se ha mantenido relativamente estable durante 2024. Según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el volumen total de alimentos y bebidas consumidos, tanto dentro como fuera del hogar, alcanzó la cifra de 30.668 millones de kilos/litros. Esto representa una ligera disminución del 0,2% en comparación con el año anterior, 2023. Sin embargo, el aspecto más interesante es el crecimiento del gasto total, que ha ascendido a 119.667 millones de euros, un incremento del 2,4%. Este fenómeno puede parecer contradictorio, pero es un reflejo de cómo los consumidores están adoptando hábitos más conscientes y sostenibles.
Nuevos hábitos de consumo y su impacto
Este año, los hogares han mostrado un comportamiento de compra más consciente y eficaz, priorizando productos esenciales y saludables. A pesar de una ligera caída del 0,2% en el volumen de consumo, el gasto ha aumentado, lo que indica que los consumidores están dispuestos a pagar más por calidad y sostenibilidad. Esto se traduce en un consumo per cápita de 572 kg/l, lo que demuestra que, aunque compramos menos en términos de cantidad, la calidad y la salud son nuestras prioridades.
La planificación de las compras y la reducción del desperdicio alimentario son ahora más importantes que nunca. ¿Te has dado cuenta de cómo la mayoría de los hogares están priorizando frutas, verduras y hortalizas, consumiéndolas casi a diario? Este cambio de hábitos refleja un compromiso con una dieta más saludable y sostenible, alineada con la famosa dieta mediterránea.
La creciente presencia de alimentos frescos
Uno de los hallazgos más destacados del informe es el aumento en el consumo de alimentos frescos, que ha crecido un 0,3%. Estos productos ahora representan el 37,9% de nuestra cesta de la compra. Además, hemos visto un aumento en el consumo de carnes y huevos, que han crecido en un 2,4% y un 2,9%, respectivamente. Sin embargo, no todo son buenas noticias: el consumo de productos pesqueros ha disminuido en un 3,7%, aunque las conservas de pescado y marisco han visto un ligero aumento del 2,1%. Este panorama revela que, a pesar de nuestras preferencias por lo fresco, los productos enlatados siguen siendo una opción popular.
Canales de compra: ¿dónde y cómo compramos?
Cuando se trata de dónde compramos, los supermercados se han consolidado como el canal más utilizado, alcanzando un 67,2% del volumen total de consumo. A pesar de que los hipermercados y las tiendas tradicionales han visto una disminución en su cuota de mercado, el comercio en línea, aunque todavía es minoritario, ha registrado un crecimiento del 0,8%. Este aumento se ha visto especialmente en productos no frescos, lo que sugiere que los consumidores están empezando a explorar las ventajas de las compras en línea.
En cuanto al consumo fuera del hogar, este se ha mantenido estable, aunque el gasto ha aumentado un 1,9%, alcanzando los 1.010 euros por persona. Los bares y restaurantes siguen siendo los lugares más populares para comer, representando el 71,7% del volumen total de consumo en este contexto. Sin embargo, también hemos notado un crecimiento en el consumo en entornos laborales y casas ajenas, lo que refleja una transformación en nuestras rutinas diarias.
El perfil del consumidor joven
Si nos fijamos en los consumidores más jóvenes, aquellos menores de 35 años, encontramos que sus preferencias están marcadas por la búsqueda de alimentos fáciles y rápidos de preparar. Productos como legumbres cocidas, platos preparados y conservas son cada vez más populares. No obstante, estos jóvenes aún mantienen una conexión con los alimentos frescos, como frutas y verduras, lo que indica un equilibrio entre la conveniencia y la salud. Este perfil de consumo puede considerarse un claro reflejo de cómo nuestros hábitos alimentarios están evolucionando hacia un enfoque más equilibrado y consciente.