Masorange y su estrategia de escisión: un nuevo capítulo en el mercado de telecomunicaciones
Recientemente, Masorange, resultado de la fusión entre Orange y MásMóvil, ha dado un paso significativo al completar la escisión de sus filiales MasMóvil Broadband y Orange España Comunicaciones Fijas (OSFI). Este movimiento no solo marca un hito en la historia de la compañía, sino que también está diseñado para fortalecer su colaboración con Vodafone España en la creación de una ‘joint venture’ dedicada a la fibra óptica. Pero, ¿qué implica realmente esta escisión para el panorama de las telecomunicaciones en España?
Detalles de la escisión y nuevas entidades
Según los informes del Boletín Oficial del Registro Mercantil, la disolución de MasMóvil Broadband y OSFI es un movimiento estratégico. Los activos de estas entidades se dividirán entre nuevas compañías: Masbusiness FTTH y Fiberco FTTH, por un lado, y Masbusiness Infrastructures y Netco FTTH, por el otro. Esta división no es arbitraria; cada nueva entidad tiene un enfoque específico. Por ejemplo, Netco FTTH se centrará en áreas urbanas densamente pobladas, mientras que Masbusiness Infrastructures se dirigirá a zonas más rurales, donde la competencia y la estrategia deben adaptarse a condiciones diferentes.
La importancia del patrimonio social
Un aspecto crucial de esta escisión es el patrimonio social de las nuevas entidades. Masbusiness Infrastructures cuenta con más de 2.200 millones de euros, mientras que Netco FTTH se sitúa alrededor de 2.700 millones de euros. Estos números no son solo cifras; representan el potencial de inversión y desarrollo en el sector de las telecomunicaciones, un campo que está en constante evolución y que requiere una infraestructura sólida para satisfacer la creciente demanda de conectividad.
Financiación y perspectivas futuras
En el marco de esta transformación, Masorange ha anunciado la captación de 4.750 millones de euros para financiar su nueva infraestructura conjunta con Vodafone España. Este movimiento es significativo, ya que busca lograr una calificación ‘investment grade’, lo que no solo respalda la solidez crediticia de la compañía, sino que también augura un futuro prometedor en un mercado que se enfrenta a constantes desafíos. ¿Qué significa esto para los consumidores? En esencia, promete una mejora en la calidad de los servicios de telecomunicaciones disponibles.
La llegada de un tercer inversor
Además, Masorange y Vodafone están en busca de un tercer inversor que adquiera aproximadamente el 40% de esta nueva empresa de fibra. Este enfoque diversificado en la propiedad no solo fortalece a la joint venture, sino que también abre las puertas a nuevas oportunidades de crecimiento y expansión. La empresa ha dejado claro que todos los ingresos generados se destinarán a la reducción de la deuda, acelerando su plan de desendeudamiento y apuntando a un ratio de deuda sobre EBITDA de 2,75 veces.
En resumen, la escisión de MasOrange no solo es un movimiento empresarial inteligente, sino que también es un reflejo de las tendencias actuales en el sector de telecomunicaciones. Con un enfoque claro en la mejora de la infraestructura y la competitividad, la compañía parece estar bien posicionada para enfrentar los retos futuros en un mercado cada vez más exigente.