El crecimiento de los productos frescos en el consumo español
Recientemente, se ha revelado que un impresionante 31% de las ventas en valor del gran consumo en España se corresponden con productos frescos. Este dato, presentado por la gerente de marketing de Circana, nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras elecciones alimenticias están cambiando. Si pensamos en una cesta de la compra típica, podemos imaginar que de cada 100 euros que gastamos, 31 euros se destinan a esos alimentos frescos que nos hacen agua la boca. Pero, ¿qué hay detrás de estas cifras?
Distribución del gasto en la cesta de la compra
Para comprender mejor la situación actual, consideremos cómo se distribuye el presupuesto de cada hogar español. De cada 100 euros, 40 euros van a la alimentación, 15 euros a bebidas y otros 15 euros a productos de perfumería y droguería. Esto significa que la alimentación fresca no solo es popular, sino que también ocupa un lugar destacado en nuestra lista de prioridades. Cada hogar, por otro lado, gasta mensualmente alrededor de 355 euros en alimentos, de los cuales 127 euros se destinan específicamente a productos frescos. Es como si cada vez que abrimos la nevera, estuviéramos invirtiendo en salud y bienestar.
El impulso del sector de gran consumo
El año 2024 ha sido una bocanada de aire fresco para el sector del gran consumo. A pesar de los desafíos de los años anteriores, las ventas han aumentado un 3,6% en comparación con 2023, y el gasto ha crecido un notable 5,9%. Esto refleja un cambio en las tendencias de compra y una adaptación por parte de los consumidores a nuevas realidades. La demanda de productos frescos, en particular, está en auge, y no es difícil ver por qué. La calidad, el sabor y la frescura son factores que muchos de nosotros valoramos al hacer nuestras compras.
Variaciones regionales en el consumo de productos frescos
Sin embargo, el consumo de productos frescos no se distribuye de manera uniforme en todo el país. Existen diferencias significativas entre comunidades autónomas. Por ejemplo, Galicia, Asturias y el País Vasco se destacan con un 35,3%, 34,9% y 34,8% respectivamente, en el gasto destinado a productos frescos. En contraposición, comunidades como Canarias, Baleares y Andalucía muestran cifras más bajas, con porcentajes que rondan el 28%. Esto plantea la pregunta: ¿qué factores influyen en estas diferencias regionales? La cultura, la disponibilidad y las tradiciones culinarias son solo algunas de las respuestas que podemos considerar.
Las categorías más populares de productos frescos
Cuando hablamos de productos frescos, hay ciertas categorías que siempre destacan. Las frutas y las hortalizas lideran con un 33,9% y un 28,4% del mercado en términos de volumen. Estas cifras no son casualidad; la variedad y la frescura de estos alimentos los convierten en opciones irresistibles para la mayoría de los consumidores. Por otro lado, la carne y la charcutería también tienen un peso significativo en el mercado, ocupando el 17,4% y el 8,7% respectivamente. ¿Te has dado cuenta de que a menudo elegimos frutas y verduras frescas para acompañar nuestras comidas? Esto no solo es por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales.
Las preferencias de los consumidores en productos frescos
Profundizando en las categorías, en términos de valor, la carne y la charcutería son las que más destacan, con un 25,5% y un 20,7%. Es interesante notar que dentro del sector cárnico, el pollo, el cerdo y el vacuno dominan el mercado. Por ejemplo, el pollo representa un 43,8% del volumen total. En el ámbito de las frutas, los clásicos como el plátano y la manzana no solo son populares por su sabor, sino también por su versatilidad en la cocina. ¿Quién no ha hecho un batido de plátano o ha disfrutado de una manzana crujiente durante una tarde?
¿Qué nos depara el futuro en el consumo de productos frescos?
Con el crecimiento constante del sector y la creciente atención hacia una alimentación más saludable, es probable que el interés por los productos frescos continúe aumentando. Las tendencias indican que los consumidores están cada vez más dispuestos a invertir en calidad y frescura, lo que podría traducirse en un mayor enfoque en la sostenibilidad y la producción local. Así que, la próxima vez que estés en el supermercado, considera la historia detrás de esos productos frescos que adornan los estantes. Cada elección que hacemos no solo afecta nuestra salud, sino también al futuro de nuestra alimentación.