La economía en Cataluña y España: precios moderados en un contexto incierto
Los precios han mantenido una tendencia moderada tanto en Cataluña como en el resto de España, lo que ha generado un alivio entre los consumidores y empresarios. La inflación general se sitúa en un 1,9%, mientras que la inflación subyacente está en un 2,1%. Estos datos, proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, indican que, a pesar de las turbulencias en el escenario económico internacional, la situación en nuestro país es relativamente estable.
Impacto de la política comercial de EE.UU.
Sin embargo, no todo es tranquilidad. La nueva política comercial impulsada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha tenido un impacto significativo en la economía global, creando un clima de incertidumbre que afecta las expectativas de crecimiento. Este fenómeno se ha reflejado en el último Informe de Coyuntura Económica, donde se detalla que la evolución del PIB en los primeros meses del año no captó plenamente los efectos de estos cambios, pero sí se observan correcciones a la baja en las proyecciones a corto y mediano plazo.
Es interesante notar que el Fondo Monetario Internacional ha ajustado sus previsiones, reduciendo en 0,8 puntos la proyección de crecimiento acumulada para los próximos años. Así, se espera un crecimiento del 2,8% para 2025 y del 3,0% para 2026. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo se verá afectado el comercio mundial por estas decisiones políticas?
Desaceleración del comercio y su efecto en la economía
El FMI anticipa un crecimiento del comercio mundial de solo un 1,7% para 2025, lo que representa una disminución considerable respecto a previsiones anteriores. Mientras tanto, el PIB estadounidense ha sufrido una contracción en el primer trimestre, una situación que podría tener repercusiones en la economía global. Esta reducción se debe a un aumento en las importaciones y a un descenso en el gasto público, superando el crecimiento de las exportaciones y la inversión.
En este contexto, el crecimiento en España y Cataluña sigue siendo robusto, aunque con un ritmo más moderado. Las exportaciones están mostrando señales de desaceleración, y esto se traduce en una oferta que está sintiendo la presión, especialmente en el sector industrial. ¿Qué significa esto para la construcción, que hasta ahora ha mantenido tasas relativamente estables? La respuesta podría estar en la adaptación a un nuevo entorno económico, donde la flexibilidad y la innovación serán claves para enfrentar los desafíos que se avecinan.