El nuevo registro de viajeros y sus implicaciones para las agencias de viajes
Recientemente, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) ha lanzado una alerta sobre el nuevo registro de viajeros, una normativa que, según su presidente, Carlos Garrido, es prácticamente «imposible de cumplir». Desde su implementación el 2 de diciembre bajo el Real Decreto 933/2021, las agencias han encontrado múltiples fallos en la plataforma que recopila la información requerida, lo que ha generado una preocupación creciente en el sector.
Los desafíos del cumplimiento normativo
Las cifras son reveladoras: un asombroso 80% de las agencias de viajes anticipa que cerrará el año 2024 con una facturación similar o superior a la del año anterior. Sin embargo, este optimismo se ve ensombrecido por la carga burocrática que implica la nueva regulación. La CEAV ha solicitado la exclusión de las agencias de viajes de las obligaciones de información, especialmente para sectores específicos como el de congresos, reuniones (MICE) y el corporativo. La posibilidad de acciones legales se vislumbra en el horizonte, dependiendo del texto final de la orden ministerial.
Un despropósito según los expertos
Garrido no escatima en críticas y califica la normativa como un «despropósito» que coloca a las agencias en una posición «muy delicada». Imagina tener que recabar hasta 42 datos personales de cada cliente: es como pedirle a un chef que prepare un plato gourmet con ingredientes imposibles de encontrar. La carga de trabajo adicional y la falta de un diálogo efectivo con el Ministerio del Interior solo agravan la situación. El presidente de la CEAV también ha señalado que esta normativa no solo afecta a las agencias, sino que crea una desventaja competitiva frente a otros países, lo que preocupa a los turoperadores internacionales.
Impacto de la DANA y el intrusismo en el sector
La situación se complica aún más con el impacto de fenómenos como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha dejado a muchas agencias, especialmente en la Comunidad Valenciana, en una «gravísima dificultad» para operar. En respuesta, la CEAV ha activado un fondo de ayuda para las empresas afectadas, intentando mitigar el daño y apoyar a las micropymes y autónomos que constituyen la mayor parte del sector.
La lucha contra el intrusismo
Por si no fuera suficiente, la CEAV también enfrenta el intrusismo en el sector. Este fenómeno no solo daña la reputación de las agencias que cumplen con todas las normativas, sino que también perjudica a los consumidores, que pueden caer en manos de «pretendidos» profesionales sin la adecuada regulación. Como dice el vicepresidente ejecutivo primero, José Manuel Lastra, es una «lacra» que afecta a todos. La importancia de operar en un marco regulado no puede ser subestimada, ya que es crucial para garantizar la confianza y seguridad del consumidor.