La reforma que mejora la compatibilidad de la pensión con el trabajo entra en vigor este martes

Nueva regulación de jubilación: cambios que marcan la diferencia

La nueva regulación que entra en vigor el 1 de abril trae consigo una serie de modificaciones en las modalidades de jubilación activa, demorada y parcial. Este cambio es un paso significativo hacia la creación de un entorno más flexible para los trabajadores que se acercan a su etapa de jubilación. Pero, ¿qué implican realmente estas modificaciones y cómo afectarán a los trabajadores?

Jubilación activa: una opción más accesible

La reforma de la jubilación activa es una de las piezas clave de esta nueva normativa. Anteriormente, uno de los requisitos para acceder a esta modalidad era contar con una carrera de cotización completa, un criterio que, en muchas ocasiones, limitaba la posibilidad de disfrutar de esta opción. Ahora, este requisito ha sido eliminado. Esto es especialmente relevante para colectivos que históricamente han tenido carreras laborales más cortas o intermitentes, como es el caso de muchas mujeres que han dedicado tiempo al cuidado de hijos o familiares.

Con la jubilación activa, los trabajadores podrán compaginar su pensión con un trabajo, lo que les permitirá una transición más suave hacia la jubilación completa. Los porcentajes de pensión que se pueden percibir aumentan con el tiempo de demora: si decides esperar un año, podrás recibir un 45% de tu pensión; si son dos años, el porcentaje asciende al 55%, y así sucesivamente, hasta alcanzar el 100% si decides demorar tu jubilación por cinco años o más. Además, cada año adicional de trabajo incrementará tu pensión en cinco puntos porcentuales.

Incentivos a la jubilación demorada

La nueva normativa también introduce mejoras significativas en la jubilación demorada. Ahora, por cada seis meses de retraso en la jubilación, se podrá recibir un incentivo adicional del 2%, algo que antes solo se ofrecía anualmente. Esto representa un cambio notable que puede incentivar a muchos a considerar la opción de trabajar un poco más antes de hacer el gran salto a la jubilación.

Desde 2022, los incentivos por retrasar la jubilación han mejorado considerablemente. Esto incluye un aumento del 4% en la pensión por cada año de demora y la posibilidad de recibir un «cheque» anual, cuyo importe dependerá de la base reguladora de la pensión. Esta combinación de opciones permite a los trabajadores elegir la que mejor se adapte a sus necesidades y circunstancias personales.

Cambios en la jubilación parcial: mayor flexibilidad

La regulación de la jubilación parcial también experimenta importantes modificaciones. Ahora, los trabajadores podrán anticipar su acceso a la jubilación hasta tres años antes de alcanzar la edad legal, lo que ofrece una mayor flexibilidad. Sin embargo, esto vendrá acompañado de cambios en la reducción de la jornada laboral, lo que significa que las condiciones de trabajo se adaptarán a esta nueva realidad.

Un aspecto a destacar es la mejora en las condiciones del trabajador relevista. La contratación de este perfil deberá ser indefinida y a tiempo completo, lo que garantiza una mayor estabilidad laboral tanto para el relevista como para el trabajador que se jubila parcialmente. Esto es un avance importante hacia la protección del empleo y la dignidad laboral en el proceso de jubilación.

Los ciudadanos interesados en acogerse a alguna de estas modalidades podrán realizar su solicitud a través de los canales disponibles por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), ya sea de manera presencial o telemática, facilitando así el acceso a estas nuevas opciones de jubilación.

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