La Junta solicita al TSJA que sancione al alcalde de Carboneras por no revisar licencia

La controversia del hotel de El Algarrobico en Almería

En el corazón de Almería, la situación del hotel de El Algarrobico se ha convertido en un tema candente que involucra a la Junta de Andalucía, el alcalde de Carboneras y diversas organizaciones ecologistas. La Junta ha tomado la iniciativa de solicitar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que imponga multas al alcalde Salvador Hernández, del partido Ciudadanos (CS), debido a su inacción en la revisión de la licencia de obras concedida a Azata del Sol. La falta de progreso en este asunto ha generado una serie de cuestionamientos sobre la gestión municipal y el respeto a las decisiones judiciales.

El papel del alcalde y la falta de acción

El alcalde de Carboneras ha comunicado al TSJA que ha encargado un informe sobre los pasos a seguir en lugar de iniciar un proceso efectivo para la anulación de la licencia de obras. Desde la perspectiva de la Junta, esta acción no constituye un cumplimiento adecuado de la sentencia que declaró nula la licencia, ya que lo único que ha hecho es buscar orientación en lugar de actuar. La ausencia de un procedimiento de revisión de oficio es vista como un incumplimiento grave de las obligaciones legales que tiene el municipio.

La situación se agrava por el tiempo transcurrido desde que se emitió la sentencia, lo que ha llevado a la Junta a solicitar medidas coercitivas que van desde multas económicas hasta la posibilidad de que el alcalde enfrente responsabilidades penales por desobediencia. ¿Cómo es posible que un alcalde no actúe ante una sentencia firme que afecta a su comunidad? Esta pregunta resuena entre los ciudadanos que esperan respuestas y acciones concretas.

La intervención de Greenpeace y la presión social

Por otro lado, Greenpeace ha hecho un llamado urgente para que el TSJA tome acciones directas para anular la licencia, dado que el Ayuntamiento no ha mostrado signos de disposición para iniciar el proceso. La organización ecologista sostiene que la solicitud del alcalde para un informe es una táctica dilatoria, un intento de ganar tiempo a pesar de que existe un fallo en firme desde hace más de un año. La percepción de que el Ayuntamiento está jugando con el tiempo es una preocupación que comparten muchos ciudadanos. ¿Puede un informe ser más importante que el cumplimiento de la ley?

La presión social está aumentando, y tanto la Junta como Greenpeace están poniendo en la mira al alcalde, lo que podría resultar en un cambio en la dinámica del poder local. La demanda de que se respete la sentencia y se anule la licencia de construcción es un clamor que va más allá de la política; es un llamado a la justicia y a la protección del medio ambiente en una zona que debería ser preservada para las generaciones futuras.

Implicaciones legales y medioambientales

La anulación de la licencia de El Algarrobico no solo tiene implicaciones legales, sino que también es crucial para la restauración del entorno natural de la zona. La sentencia del Tribunal Supremo subraya que el terreno donde se sitúa el hotel es de «especial protección» y que debe ser declarado «no urbanizable». Esto plantea un dilema: ¿cómo se puede conciliar el desarrollo económico con la conservación del medio ambiente? La respuesta parece ir hacia la necesidad de un enfoque más responsable y sostenible en la planificación urbana.

El caso del hotel de El Algarrobico es un microcosmos de los conflictos que surgen entre el desarrollo urbanístico y la protección del medio ambiente. La lucha por la anulación de la licencia es, en última instancia, una defensa del patrimonio natural de Almería y un recordatorio de que la justicia no debe ser ignorada por intereses económicos.

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