La confianza de los consumidores de EEUU se desploma y las expectativas de inflación alcanzan máximos

Caída de la confianza del consumidor en Estados Unidos

En el mes de abril, la confianza de los consumidores en Estados Unidos ha marcado un nuevo descenso, alcanzando su cuarta caída mensual consecutiva. Este dato, que se obtiene a partir del índice elaborado por la Universidad de Michigan, ha generado preocupación entre analistas y ciudadanos. Con un puntaje de 52,2, este índice se ha reducido en 4,8 puntos desde el mes anterior, lo que representa un retroceso del 8,4% mensual y un alarmante 32,4% en comparación con el año anterior.

Expectativas de inflación en niveles alarmantes

Las expectativas de inflación de los hogares estadounidenses han alcanzado cifras que no se veían desde 1981. En abril, el pronóstico de inflación anual se elevó del 5% al 6,5%, lo que ha dejado a muchos con una sensación de inquietud sobre el futuro económico. Es como si estuviéramos en una montaña rusa: cada nuevo informe sobre precios genera un giro inesperado que nos deja a todos con el estómago revuelto.

Evaluación de la situación actual y futuro incierto

La caída en la confianza del consumidor no es solo un número en un gráfico. Refleja un deterioro en la percepción de la situación actual, con un descenso del 6,3% en comparación con marzo, situándose en 59,8 puntos. Este pesimismo se extiende a amplios sectores de la población, desde familias de ingresos medios hasta personas de diferentes edades y niveles educativos. La incertidumbre en torno a la política comercial y la posibilidad de una inflación creciente son los principales factores que alimentan este clima de desconfianza.

Impacto en las finanzas personales

Joanne Hsu, directora de encuestas de consumidores en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, subrayó que la significativa caída en las expectativas se debe a un empeoramiento de las finanzas personales. Desde enero, estas expectativas han disminuido un 32%, la mayor caída porcentual trimestral desde la recesión de 1990. Es como si el clima financiero estuviera cambiando rápidamente, y muchos se sienten atrapados en una tormenta.

¿Qué nos depara el futuro?

La persistente incertidumbre y la preocupación por la inflación están afectando la psicología del consumidor. Las expectativas de inflación a largo plazo también han aumentado, pasando del 4,1% en marzo al 4,4% en abril. La sensación general es que estamos ante un período de grandes cambios y, sin duda, esto tendrá repercusiones en la economía estadounidense a corto y medio plazo.

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