Abanca y su ambición de crecer en el sector bancario ibérico
En un panorama financiero en constante evolución, Abanca, bajo la dirección de su presidente Juan Carlos Escotet, ha declarado su intención de posicionarse entre los cinco principales bancos ibéricos para el año 2030. Este objetivo no es solo una meta ambiciosa, sino una clara estrategia que pretende consolidar la presencia de Abanca en un mercado cada vez más competitivo. Pero, ¿cómo planea la entidad financiera alcanzar esta posición privilegiada?
Desestimando fusiones y apostando por la independencia
Durante su participación en el Foro del Noroeste, Escotet fue categórico al rechazar cualquier posibilidad de fusión con entidades como Banco Sabadell o Unicaja. «Claramente es un rotundamente no», afirmó, enfatizando la importancia de mantener la gobernanza y el modelo de negocio de Abanca. Este enfoque, que ya ha demostrado su eficacia en las diez adquisiciones realizadas por la entidad, se considera un diferenciador clave en su estrategia.
La actual estructura accionarial de Abanca le proporciona la flexibilidad necesaria para explorar diversas oportunidades sin comprometer su identidad. Escotet resaltó que la rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) alcanzó un 16,5% en 2024, lo que permite a la entidad elegir sus pasos con mayor cuidado y confianza.
El camino hacia el top 5: crecimiento orgánico e inorgánico
El presidente ha dejado claro que el crecimiento de Abanca no se limitará a la expansión orgánica, sino que también contempla oportunidades de crecimiento inorgánico. Actualmente, Abanca ocupa la séptima posición en el ranking de bancos tanto en España como en Portugal, lo que sitúa a la entidad en una posición privilegiada para aprovechar futuras oportunidades. Con la reciente integración tecnológica de EuroBic, se vislumbra un futuro prometedor para la entidad.
El mercado bancario español: espacio para la concentración
Escotet también ha abordado la temática de la concentración en el sector bancario español. A pesar de las fusiones recientes, considera que el mercado sigue siendo altamente competitivo y que hay espacio para nuevas concentraciones. Este punto de vista, aunque controvertido, sugiere que la fusión de bancos no necesariamente significa una reducción en la competencia o un aumento en los precios para los consumidores.
En un mundo donde la incertidumbre es la norma, el presidente de Abanca aboga por una visión optimista, afirmando que la estructura del sistema bancario español es única en Europa. «No hay nada parecido en Europa a los modelos bancarios que tenemos en España», subrayó, lo que refuerza su creencia en la resiliencia del mercado español.
Volatilidad, oportunidades y el futuro de Europa
Escotet también se ha referido a la volatilidad actual en el mercado global, señalando que la inestabilidad provocada por factores como la política estadounidense podría ser una oportunidad para Europa. En este contexto, la relación histórica de Europa con América Latina podría revitalizarse, creando nuevas avenidas para el comercio internacional. ¿Podría esta crisis ser el catalizador para un resurgimiento económico en la región?
Entre los desafíos que contempla para el futuro se encuentran la mejora de infraestructuras y la crisis demográfica de Galicia. Con una visión a largo plazo, Escotet parece estar preparado para navegar por las aguas inciertas que se avecinan, manteniendo a Abanca en el camino hacia su objetivo de ser uno de los líderes del sector bancario ibérico.