El Tesoro británico prepara su salida de NatWest, 17 años tras su rescate

La salida del tesoro británico de natwest: un camino lleno de pérdidas

El Tesoro del Reino Unido está a un paso de cerrar un capítulo importante en su historia financiera: la completa desinversión en NatWest Group, el antiguo Royal Bank of Scotland. ¿Te imaginas? Después de 17 años de un rescate que costó más de 45.000 millones de libras, el estado británico se prepara para liberar sus últimas acciones. Pero, ¿cuál es el precio que han pagado los contribuyentes en este proceso? Según estimaciones, las pérdidas alcanzan la escalofriante cifra de 10.000 millones de libras, algo así como 11.909 millones de euros. Una lección de economía que no podemos pasar por alto.

Un rescate monumental: de héroes a villanos

Recordemos que la intervención del gobierno en el RBS fue necesaria para evitar un colapso total en medio de la gran crisis financiera mundial. En octubre de 2008, el estado inyectó 20.000 millones de libras, seguido de otros 25.000 millones en 2009. En su punto máximo, el Tesoro llegó a poseer el 84,9% de NatWest. Pero, como todo en la vida, lo que sube, a veces baja. Con los años, esta participación se ha ido reduciendo, y hoy, la participación del estado ha caído por debajo del 1%. ¿Qué significa esto para los inversores y la economía en general?

Las cifras hablan: un balance de ingresos y pérdidas

A lo largo de los años, el gobierno ha vendido acciones a pérdida. Comenzando en 2015, el Tesoro ha realizado una serie de desinversiones que, aunque han generado más de 35.000 millones de libras en ingresos, aún están muy por debajo de lo necesario para cubrir la inversión inicial. Según cálculos, las pérdidas se sitúan en unas impactantes 10.000 millones de libras. Si bien hemos visto una disminución en la participación del estado, la pregunta persiste: ¿ha sido este un movimiento estratégico o simplemente un intento de sanear las finanzas públicas?

El futuro de natwest: ¿más allá del control estatal?

El CEO de NatWest, Paul Thwaite, ha declarado que 2025 será un año clave para la entidad, marcando su regreso a la propiedad privada total. Sin embargo, esta salida del gobierno no se percibe como un cambio radical en la estrategia operativa del banco. En su junta general, Thwaite expresó su gratitud hacia los contribuyentes británicos, recordando que su intervención ayudó a proteger a millones de ahorradores y empresas durante tiempos de crisis.

Un cambio de nombre y una nueva identidad

En 2020, NatWest Group decidió dejar atrás su antigua denominación de Royal Bank of Scotland. Después de más de 290 años de historia, el cambio no solo representa un nuevo capítulo, sino que también simboliza el deseo de avanzar y reinventarse. Pero, ¿puede una nueva identidad realmente ayudar a olvidar las pérdidas y el estigma asociado al rescate?

Lecciones para el futuro: ¿qué podemos aprender?

La historia de NatWest es un recordatorio de cómo las decisiones financieras pueden tener un impacto duradero en la economía. Desde la inyección masiva de fondos públicos hasta la lenta salida del estado del capital, cada paso ha sido observado de cerca por economistas y ciudadanos por igual. ¿Estamos ante un modelo a seguir o un ejemplo de lo que no se debe hacer? La respuesta podría determinar el futuro de otras entidades en situaciones similares.

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