La inflación en alemania: un vistazo a los últimos datos
En diciembre, Alemania ha revelado un dato que ha captado la atención de economistas y ciudadanos por igual. El índice de precios de consumo (IPC) se ha situado en un 2,6% interanual, marcando un incremento notable respecto al 2,2% que se registró en noviembre. Este aumento de cuatro décimas es un indicativo de que la presión inflacionaria sigue presente en el país, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿qué factores están impulsando esta tendencia?
Factores detrás del aumento del IPC
La Oficina Federal de Estadística, conocida como Destatis, ha sido la encargada de publicar esta primera estimación. La inflación armonizada, que Eurostat utiliza para sus estadísticas, también ha mostrado una tendencia ascendente, alcanzando un 2,9% al cierre de 2024. Esto representa un incremento de siete décimas en comparación con el mes anterior. Pero, ¿qué está detrás de estos números? Al observar la evolución de los precios, notamos que el coste de la energía ha disminuido un 1,7%, aunque sigue siendo un tema candente en la conversación económica.
El impacto de los alimentos y la inflación subyacente
Por otro lado, el precio de los alimentos ha experimentado un ligero repunte, aumentando dos décimas hasta situarse en un 2%. Este incremento es particularmente relevante, ya que afecta directamente el bolsillo de los consumidores. Si excluimos de la ecuación los precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente se posiciona en un 3,1%, una décima más que en noviembre. Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo los bienes y servicios están evolucionando: los bienes se han encarecido en un 1,1%, mientras que los servicios han visto un aumento más significativo, del 4,1%. ¿Estamos ante un cambio estructural en la economía alemana?