El Congreso aprueba la ley para reordenar Correos y hacerlo rentable

La reforma del régimen económico y fiscal canario: un cambio necesario

El Congreso de los Diputados ha dado un paso crucial al aprobar una reforma del régimen económico y fiscal canario, que incluye una enmienda para revitalizar Correos. Esta medida no solo busca mejorar la situación financiera de la empresa, sino que también tiene como objetivo garantizar la prestación de servicios esenciales para la ciudadanía. Pero, ¿qué significa realmente esto para los canarios y el futuro de Correos?

El contexto de la reforma y sus implicaciones

La reciente aprobación de esta reforma ha sido un tema candente en la agenda política. Con el respaldo de partidos como el PSOE, PP, PNV y Coalición Canaria, la medida ha encontrado apoyo en un amplio espectro político. Sin embargo, no ha estado exenta de controversia. Sumar, por ejemplo, ha expresado su desacuerdo, argumentando que la financiación del plan para salvar a Correos debería provenir de los beneficios del sector bancario, en lugar de aumentar la carga fiscal sobre los ciudadanos.

En esencia, la enmienda incluye un acuerdo marco que busca modernizar la red de Correos y ampliar sus servicios, convirtiéndola en un Servicio de Interés Económico General (SIEG). Esto no es solo un cambio de nombre: se trata de una reestructuración que podría devolver a la empresa a la senda de la rentabilidad.

Las metas de la reforma: un futuro más sostenible

Uno de los objetivos más ambiciosos de esta reforma es revertir las pérdidas que ha acumulado Correos en los últimos años. La meta es clara: a partir de 2026, se espera que el resultado bruto de explotación (Ebitda) sea positivo, y para 2028, se aspira a que el margen de explotación alcance el 6%, un número comparable al de otras empresas del sector postal y de paquetería. Esto no es solo un ejercicio numérico; es una forma de asegurar que Correos pueda seguir siendo un actor relevante en el mercado.

Adicionalmente, la reforma busca diversificar las fuentes de ingresos de Correos. La idea es que menos del 50% de sus ingresos provengan del servicio postal tradicional. Esto es crucial, ya que la dependencia excesiva de un solo sector puede ser una vulnerabilidad significativa. En su lugar, se planea que la paquetería represente un 35% de la cifra de negocio. ¡Imaginen una compañía que no solo entregue cartas, sino que también se convierta en un jugador clave en el mundo del comercio electrónico!

Una nueva era de servicios para la ciudadanía

Además de mejorar la rentabilidad, la enmienda también otorga a Correos la capacidad de asumir diversas funciones de interés económico general. Esto significa que, a partir de ahora, la empresa podrá gestionar solicitudes administrativas, entregar documentos de las administraciones públicas, y hasta manejar tributos y multas. En un mundo donde la burocracia puede ser abrumadora, tener a Correos como intermediario podría simplificar la vida de muchos ciudadanos.

Y no se detiene ahí. La propuesta también incluye la prestación de servicios financieros básicos, como la apertura de cuentas de pago asociadas a tarjetas de prepago. Esto permitiría a los usuarios recibir ingresos, realizar pagos y transferencias, y hasta ahorrar, todo desde la comodidad de su oficina de Correos. ¿No es emocionante pensar en un futuro donde Correos no solo sea el mensajero, sino también un facilitador financiero?

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