El impacto del acuerdo Mercosur-UE en el sector agroganadero
Recientemente, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha tomado una postura firme en relación con el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea. Este pacto, que promete abrir mercados y fomentar el comercio, también trae consigo una serie de desafíos que podrían afectar gravemente a nuestro sector agroganadero. Nos encontramos ante la posibilidad de que se permita la entrada de un gran volumen de productos procedentes de América del Sur, lo que plantea una serie de interrogantes sobre la sostenibilidad y la viabilidad de nuestros productores locales.
¿Qué productos se verán afectados?
El diputado Néstor Rego ha señalado que los sectores más vulnerables son aquellos vinculados al vacuno, el avícola y el porcino. Imagina por un momento que nuestros ganaderos se ven obligados a competir con productos que llegan de miles de kilómetros de distancia, provenientes de sistemas de producción que no siempre cumplen con los estándares de calidad y sostenibilidad que exigimos aquí. Esto no solo pone en peligro la rentabilidad de los pequeños y medianos productores, sino que también podría afectar la calidad de los alimentos que consumimos.
Monocultivo y sostenibilidad: un dilema ético
El BNG ha argumentado que el acuerdo favorece el monocultivo y la especialización agraria, lo cual es un camino peligroso. Al enfocarse en grandes extensiones de cultivo para la exportación, se ignoran prácticas agrícolas más sostenibles que fomentan la biodiversidad y la salud de nuestros ecosistemas. Es como si, en lugar de cultivar un jardín variado y hermoso, solo cultiváramos un único tipo de flor que, aunque puede ser llamativa, no aporta al equilibrio del entorno. ¿Queremos realmente sacrificar la diversidad de nuestra agricultura por un modelo que prioriza la cantidad sobre la calidad?
La necesidad de consumir productos locales
El BNG no solo critica el acuerdo, sino que también propone soluciones. Se aboga por fomentar el consumo de productos locales y reducir el transporte de mercancías innecesarias. ¿Cuántas veces hemos escuchado que «lo local es lo mejor»? Esta idea no es solo un eslogan; es un camino hacia la sostenibilidad. Al consumir productos de proximidad, no solo apoyamos a nuestros agricultores, sino que también contribuimos a reducir la huella de carbono asociada al transporte. Al final del día, ¿no preferimos saber de dónde proviene nuestra comida, en lugar de consumir productos anónimos que han viajado miles de kilómetros?
Estándares y calidad en la producción
Además, el BNG ha insistido en la importancia de establecer ciertos mínimos o estándares para los productos importados. Imaginemos que nuestras regulaciones de calidad se diluyen en favor de un comercio más libre, pero a costa de la salud pública y de la calidad de nuestros alimentos. ¿Es este el futuro que deseamos? La exigencia de normas claras y rigurosas no es solo un capricho, sino una necesidad imperiosa para proteger a nuestros consumidores y mantener la integridad de nuestros mercados. La calidad no debe ser negociable.