Bankinter lanza su servicio de roboadvisor para menores: una oportunidad para invertir desde joven
Imagina por un momento que tu hijo o hija tiene la oportunidad de aprender sobre inversiones y gestionar su propio dinero desde temprana edad. Bankinter ha dado un paso adelante al abrir su servicio de roboadvisor a niños y adolescentes, permitiendo que los padres o tutores se conviertan en los gestores de estas cuentas. A partir de ahora, cualquier padre puede contratar este servicio, siempre que se cumpla con el mínimo de inversión de 1.000 euros. ¡Una manera interesante de introducir a los más jóvenes en el mundo de las finanzas!
¿Cómo funciona el servicio de roboadvisor para menores?
El funcionamiento del roboadvisor de Bankinter es prácticamente el mismo que el que ya conocemos, con una diferencia clave: los padres son quienes llevan las riendas. Al ser los tutores legales de los menores, son ellos los que tienen la responsabilidad de contratar el servicio y decidir la estrategia de inversión. Esto significa que hay que elegir entre tres opciones de carteras de fondos: las carteras delegadas, donde Bankinter gestiona todo; las carteras indexadas, que siguen la rentabilidad de los mercados; y las carteras de fondos sostenibles, ideales para aquellos que buscan un impacto positivo en el medio ambiente.
Opciones de inversión y aportaciones periódicas
Pero eso no es todo. Los padres también pueden optar por configurar aportaciones periódicas, lo que facilita destinar una cantidad fija de dinero de forma recurrente a las carteras elegidas. Este método no solo simplifica el proceso, sino que también enseña a los jóvenes la importancia del ahorro y la constancia en las inversiones. ¿Te imaginas lo que significaría para tu hijo entender desde pequeño cómo funciona el dinero y las inversiones? Es una lección que va más allá de las matemáticas y que puede influir en su futuro financiero de manera positiva.
El servicio de roboadvisor de Bankinter se convierte, por tanto, en una herramienta educativa valiosa. No solo permite a los padres gestionar las inversiones de sus hijos, sino que también les da la oportunidad de involucrarse en un proceso que puede resultar fascinante y enriquecedor. Al fin y al cabo, el conocimiento financiero es un regalo que puede durar toda la vida.