Bridgestone en el ojo del huracán: trabajadores en pie de lucha
El ambiente en Puente San Miguel se ha tornado tenso. Unas 3.500 personas se han congregado para manifestarse contra el expediente de regulación de empleo (ERE) que amenaza con despedir a la mitad de la plantilla de Bridgestone. En un panorama donde los números parecen gobernar, los trabajadores han alzado la voz para recordar que detrás de cada cifra hay familias, sueños y proyectos de vida. ¿Es justo sacrificar el futuro de tantos por el afán de maximizar beneficios?
Las consecuencias de un despido masivo
La propuesta de la empresa de despedir a 211 trabajadores en Puente San Miguel y a 335 en Basauri ha desatado una ola de indignación. Los empleados, acompañados por sus familias, han dejado claro que no están dispuestos a aceptar lo que consideran un gesto de «avaricia desmedida». Las pancartas enarboladas durante la manifestación reflejan su descontento: “despidos no” y “¿qué más necesitáis?” son solo algunas de las frases que resonaron en el aire. En momentos como estos, es vital recordar que cada despido no solo afecta a un trabajador, sino que repercute en toda la comunidad.
Un llamado a la solidaridad y la unidad
La manifestación, que comenzó en la fábrica y culminó en la Plaza Roja de Torrelavega, no fue solo un acto de protesta, sino también una muestra de solidaridad. Políticos de diferentes partidos, desde el PSOE hasta Vox, se unieron a la causa, destacando que la lucha por el empleo es un tema que trasciende las ideologías. Luis Ruiz Eguren, presidente del comité de empresa, expresó la importancia de este apoyo: “Nos reconforta saber que no estamos solos”. En un contexto donde el miedo y la incertidumbre parecen asediar a los trabajadores, la unión se convierte en la mejor estrategia para enfrentar el futuro.
Bridgestone: un futuro en entredicho
La empresa, que ha disfrutado de grandes beneficios y ha recibido ayudas públicas, ahora enfrenta un proceso que podría marcar su rumbo. Eguren señaló que estamos ante uno de los momentos más difíciles en los 60 años de historia de Bridgestone. ¿Por qué tomar decisiones que podrían llevar a la deslocalización de la producción y, eventualmente, al cierre de las plantas? Es un enigma que muchos se están planteando. La preocupación es palpable: la posibilidad de que la fábrica quede gravemente afectada y su competitividad, en peligro.
Las repercusiones en la economía local
Las alarmas están encendidas. Si se llevan a cabo los despidos propuestos, no solo se perderían los empleos directos, sino que también se anticipa una serie de consecuencias económicas devastadoras para la comarca del Besaya. Las empresas subcontratadas sufrirían un impacto difícil de calcular, lo que podría llevar a un empobrecimiento de la zona. ¿Es este el legado que queremos dejar a las futuras generaciones? La comunidad debe unirse para exigir un plan de viabilidad que garantice una salida digna a esta crisis laboral.
Un futuro incierto: ¿qué pasos se deben seguir?
Para los trabajadores, la lucha no acaba aquí. La exigencia de minimizar el impacto del ERE y la creación de un plan de viabilidad son fundamentales. En un momento en que el futuro parece sombrío, la determinación y la unidad se convierten en armas poderosas. La pregunta persiste: ¿estaremos dispuestos a permitir que la codicia de unos pocos condene a muchos a la precariedad? La respuesta está en nuestras manos, y es crucial que todos tomemos parte en esta batalla por el empleo y la dignidad.