Sargadelos reincorpora a empleados que aceptaron vacaciones y sindicatos critican «el esperpento»

Conflicto laboral en Sargadelos: una situación insostenible

La situación en la fábrica de Sargadelos, ubicada en Cervo, Lugo, ha alcanzado niveles de tensión que podrían describirse como un verdadero «esperpento». A pesar de que se anunció un acuerdo entre la empresa y la Consellería de Emprego, la realidad en las puertas de la fábrica es muy diferente. ¿Cómo es posible que un acuerdo no se refleje en la actividad laboral diaria?

La falta de comunicación entre la dirección y los trabajadores

El pasado martes, solo una decena de empleados que accedieron a adelantar sus vacaciones fueron llamados de vuelta al trabajo. Mientras tanto, el resto de la plantilla, compuesta por alrededor de medio centenar de trabajadores, se encontró a las puertas de la fábrica sin recibir noticias sobre su situación laboral. Esta falta de comunicación no solo genera frustración, sino que también plantea serias preguntas sobre la gestión interna de la empresa.

El administrador único de Sargadelos, Segismundo García, ha estado en el centro de esta controversia, enfrentándose a la Inspección de Trabajo debido a deficiencias en las instalaciones. Dos trabajadoras han desarrollado silicosis, lo que subraya la importancia de abordar estas cuestiones antes de pensar en acuerdos que no se concretan en la práctica.

Reacciones de los sindicatos y la comunidad

Los sindicatos CC.OO. y CIG no han tardado en manifestar su indignación. José Antonio Zan, representante de CC.OO., ha expresado que «alguien se está riendo» de la Xunta y del conselleiro de Emprego. Las palabras de Zan resuenan con fuerza, ya que muchos trabajadores sienten que su voz no está siendo escuchada. Por otro lado, el responsable de la CIG, Xorxe Caldeiro, también ha criticado la actuación de la Consellería, instando a una acción más decidida por parte del Gobierno gallego y del central ante esta situación crítica.

La falta de un comité de empresa, resultado de varios conflictos laborales internos, ha dejado a los trabajadores en una posición vulnerable, donde su única opción parece ser esperar a que la dirección se comunique. Sin embargo, la paciencia de los empleados tiene un límite, y la presión por recuperar sus puestos de trabajo se intensifica.

Opciones limitadas: ¿voluntariedad o presión?

El viernes pasado, el propietario de Sargadelos ofreció a los trabajadores dos opciones: firmar un documento para entrar a la fábrica bajo su propia responsabilidad o aceptar el periodo vacacional. Sin embargo, muchos sindicalistas argumentan que esta «voluntariedad» es más un eufemismo que una realidad, ya que las opciones presentadas parecen más bien un ultimátum. La incertidumbre y el temor reinan entre los empleados, quienes solo desean regresar a sus puestos de trabajo.

La situación actual no solo afecta a la productividad de la fábrica, sino que también deja en evidencia la debilidad de las estructuras de representación laboral. Desde 2017 no se han celebrado elecciones sindicales, lo que ha llevado a un vacío de liderazgo y a una falta de apoyo para los trabajadores que buscan defender sus derechos.

La comunidad de Cervo observa con preocupación cómo este conflicto se desarrolla, y la pregunta que resuena en el aire es: ¿qué medidas se tomarán para garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados y que la actividad en Sargadelos se restablezca de manera efectiva?

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