Gobierno y accionistas de Sabadell son los próximos obstáculos en la OPA de BBVA

La CNMC y su papel en la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell

Recientemente, el debate en torno a la OPA (Oferta Pública de Adquisición) que BBVA pretende realizar sobre Banco Sabadell ha cobrado protagonismo en el ámbito financiero español. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) se ha situado en el centro de la escena, ya que se prevé que imponga ‘remedies’ o medidas correctivas pequeñas durante el análisis de Fase 2 de esta operación. Pero, ¿qué significa esto para los protagonistas involucrados?

Obstáculos en el camino hacia la OPA

El Gobierno y los accionistas de Banco Sabadell se han erigido como los principales obstáculos en la OPA que BBVA busca llevar a cabo. Según fuentes cercanas al proceso, la CNMC optará por medidas que no requerirían desinversiones significativas. Esto podría facilitar el camino para que la operación avance, a pesar de las alegaciones presentadas por Sabadell, que pedía un enfoque más estructural y cuestionaba la metodología de la CNMC.

Imaginemos que estamos en una carrera de obstáculos. BBVA, en su afán por adquirir Sabadell, se enfrenta a vallas que, aunque puedan parecer desafiantes, podrían ser superadas con un poco de estrategia y negociación. La CNMC, en este caso, sería como un árbitro que decide qué obstáculos se deben eliminar para que la carrera continúe.

El proceso de análisis y las voces del mercado

Durante la Fase 1, la CNMC llevó a cabo un test de mercado, consultando a actores de la banca tradicional y digital, así como a asociaciones de consumidores y empresariales. Sin embargo, el resultado no fue concluyente, dejando en el aire el riesgo de una reducción de crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes), un punto que ha generado preocupación entre diversos sectores.

En esta segunda fase, la CNMC ha decidido no permitir la participación de un total de 79 organizaciones, lo que ha llevado a Foment del Treball a presentar un recurso ante la Audiencia Nacional. Es como si un grupo de corredores se sintiera excluido de la competencia, y ahora busca que se les escuche antes de que se tome una decisión final.

Compromisos y condiciones en la fase 3

Una vez que la CNMC finalice su análisis, el siguiente paso será elevar el caso al Ministerio de Economía, que tendrá que decidir si la OPA avanza o no. Si la operación es aprobada con ‘remedies’, el ministerio revisará los compromisos y las condiciones impuestas por la CNMC, lo que podría dar pie a un análisis más profundo sobre el impacto en el mercado y la economía nacional.

Es un proceso que podría parecer tedioso, pero es fundamental para asegurar que no se sacrifiquen los intereses de los consumidores y pequeños empresarios en el altar de la concentración bancaria. ¿Quién no ha sentido alguna vez que su voz no es escuchada en un proceso que afecta su día a día?

Los accionistas de Sabadell y la valoración de la OPA

Si el Gobierno finalmente da luz verde a la OPA, el siguiente gran desafío será convencer a los accionistas de Banco Sabadell. La propuesta de BBVA ha sido considerada por algunos como una infravaloración de la entidad, lo que podría complicar aún más la situación. El consejero delegado de Sabadell ha manifestado que la oferta no refleja el verdadero valor del banco, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de la OPA.

La relación entre el precio de las acciones de ambos bancos es un tema candente. Mientras que BBVA argumenta que la oferta ya está incorporada en el precio de las acciones de Sabadell, muchos accionistas sienten que no están recibiendo una compensación justa. Al final del día, ¿quién no querría asegurarse de que su inversión está siendo valorizada adecuadamente?

Los plazos y posibles retrasos en la OPA

Las expectativas apuntan a que la CNMC comunicará su decisión entre finales de marzo y principios de abril. A partir de ahí, el Gobierno tendría un plazo mínimo de 45 días para tomar una determinación, lo que podría alargar el proceso de aprobación de la OPA. En el mundo de las finanzas, los plazos son cruciales, y cualquier retraso podría alterar los planes de BBVA para concretar la fusión en la segunda mitad de 2025.

Pero, ¿qué sucede si el proceso se extiende más de lo esperado? Con la llegada del verano, podría ser que la apertura del plazo de aceptación de la OPA se postergue hasta septiembre. En este escenario, los accionistas tendrían que estar atentos, ya que el tiempo juega un papel fundamental en la toma de decisiones financieras.

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