El nuevo acuerdo entre Apollo y Banco Santander
En un movimiento estratégico que ha captado la atención del sector financiero, el fondo de inversión Apollo ha forjado un acuerdo con Banco Santander para invertir alrededor de 370 millones de dólares (equivalente a 350 millones de euros) en una cartera de créditos de infraestructuras. Este anuncio, realizado el lunes en un comunicado conjunto, refleja la creciente tendencia de los bancos a externalizar riesgos mientras optimizan su capital.
La tendencia de externalización en el sector bancario
A medida que las entidades financieras buscan maneras de mejorar su capacidad de préstamo, la externalización del riesgo de crédito se ha convertido en una estrategia bastante popular. Este acuerdo con Apollo es un ejemplo claro de esta práctica. En meses anteriores, Santander ya había sellado un pacto similar con BlackRock, donde se comprometió a invertir unos 600 millones de dólares en una cartera de créditos de infraestructuras. Pero, ¿por qué este enfoque es tan atractivo?
El dilema del capital y el riesgo
Los bancos, aunque son los creadores de crédito, deben mantener una porción significativa de capital para cubrir posibles pérdidas. Esto puede ser un verdadero dolor de cabeza, ya que limita su capacidad para seguir otorgando nuevos préstamos. Por otro lado, los fondos de inversión como Apollo tienen un acceso a liquidez a largo plazo y están dispuestos a asumir más riesgo, lo que les permite involucrarse en este tipo de operaciones. Es como si los bancos fueran los chefs de un restaurante, creando los platillos (los préstamos) pero teniendo que reservar ingredientes (capital) para futuras emergencias, mientras que los fondos son los comensales dispuestos a probar esos platillos sin restricciones.
Detalles del acuerdo y futuro de la inversión
Aunque Banco Santander no ha desglosado la estructura del acuerdo con Apollo, se puede inferir que la estrategia seguirá la misma línea que la establecida con BlackRock, donde el banco mantiene el tramo preferente de la cartera mientras que el fondo se queda con el tramo subordinado. La razón detrás de estas decisiones es clara: liberar capital para poder seguir generando préstamos. Esta maniobra permite a las instituciones financieras reforzar su liquidez y continuar apoyando el crecimiento económico.
El responsable global de Movilización de Deuda Privada, Marcel Patino, resaltó el compromiso de la firma con la movilización de deuda privada para generar capital adicional, lo que demuestra que hay una visión a largo plazo en estas decisiones. Por su parte, Samuel Feinstein, socio de Apollo, ha manifestado que el crédito de infraestructuras es una de las «grandes convicciones» de la firma, evidenciando la alta demanda de capital en este sector en particular.
En el marco de su estrategia de transición limpia, Apollo tiene planes de invertir una asombrosa cifra de 50.000 millones de dólares (aproximadamente 47.300 millones de euros), lo que pone de manifiesto la importancia que otorgan al desarrollo sostenible y a las infraestructuras. Sin duda, esta tendencia de colaboración entre bancos y fondos de inversión está dando forma a un nuevo paisaje financiero en el que todos buscan maximizar su potencial mientras gestionan el riesgo de manera más eficaz.